Cáncer de cuello uterino

Cáncer de cuello uterino

La infección crónica con ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH) es el factor de riesgo más importante para el cáncer de cuello uterino. El VPH se puede contraer a través el contacto directo piel-a-piel, tal como sucede con el sexo vaginal, anal y oral con alguien con esta infección. Entre otros factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino se incluye el hábito de fumar, un sistema inmunitario debilitado, tener una infección con clamidia, tener sobrepeso, exponerse a o tomar ciertos tratamientos hormonales y no hacer las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino.

Lo que usted puede hacer

No fume y tome medidas que le ayuden evitar la exposición al VPH como el uso de condones. Las vacunas contra el VPH pueden proteger contra ciertas infecciones del VPH asociadas al cáncer.

La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda las vacunas de rutina contra el VPH para niños y niñas de 9 a 12 años. Los niños y jóvenes adultos entre los 13 y 26 años que no hayan sido vacunados o que no hayan completado todas las dosis deberán acudir a vacunare lo antes posible. La vacunación en las edades en las que se recomienda ayudará a prevenir más casos de cáncer que la vacunación a edades mayores. Si usted tiene entre 27 y 45 años, hable con su médico para determinar si la vacunación contra el VPH podría ser de beneficio para usted.

Hacer las pruebas programadas de rutina para la detección del cáncer puede ayudar a encontrar cambios en el cuello uterino que pueden ser tratados antes de que se conviertan en cáncer. Las pruebas para la detección del cáncer de cuello uterino son la prueba del VPH y la prueba de Papanicolaou. La prueba del VPH busca infecciones con los tipos de VPH que pueden evolucionar en precáncer y cáncer de cuello uterino. Hacer las pruebas programadas de rutina para la detección puede ayudar a encontrar el cáncer de cuello uterino en etapa temprana, cuando podría ser más fácil de tratar.

La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda lo siguiente para las personas con cuello uterino que estén en riesgo promedio de llegar a desarrollar este tipo de cáncer:

  • Las pruebas para la detección del cáncer de cuello uterino deberán comenzarse a partir de los 25 años. Las personas menores de 25 años no deberán someterse a las pruebas.
  • Las personas entre los 25 y los 65 años deberán hacerse una prueba primaria del virus del papiloma humano o VPH cada 5 años. Una prueba primaria del VPH es una prueba del VPH que se puede hacer por sí sola para la detección del cáncer. Si no se dispone de una prueba primaria del VPH, aún se consideran como buenas alternativas ya sea optar por una prueba conjunta (prueba que combina la prueba del VPH y la prueba de Papanicolaou) cada 5 años, o bien, hacer solo una prueba de Papanicolaou cada 3 años.

Lo más importante para recordar es hacer las pruebas programadas de rutina, independientemente de cuál sea la prueba elegida.

  • Las personas mayores de 65 años que se hayan sometido a sus pruebas programadas de rutina para el cáncer de cuello uterino en los últimos 10 años con resultados normales no deberán hacer más estas pruebas. Una vez que se hayan suspendido las pruebas, no deberán ser retomadas. Aquellas personas con un historial de precáncer grave de cuello uterino deberán continuar realizándose las pruebas durante al menos 25 años después de dicho diagnóstico, incluso cuando la realización de estas pruebas continúe tras rebasar los 65 años.
  • Las personas cuyo cuello uterino haya sido extraído mediante cirugía deberán dejar de hacer estas pruebas, salvo que la cirugía haya sido por motivos relacionados con cáncer de cuello uterino o alguna afección grave de precáncer.
  • Toda persona que haya sido vacunada contra el VPH deberá continuar las recomendaciones sobre las pruebas de detección para su grupo de edad.